Cómo el estrés puede afectar su salud intestinal y su salud en general

Cómo el estrés puede afectar su salud intestinal y su salud en general

Ya sea que tenga muchas responsabilidades familiares, un trabajo exigente o simplemente muchas cosas en su vida, el estrés es un aspecto relativamente normal de la existencia moderna. Si bien se espera estrés ocasional (y, en algunos casos, saludable), el estrés constante puede presentar algunos efectos graves en casi todos los aspectos de su salud, desde su salud mental hasta sus músculos. El estrés también tiene un impacto significativo en la salud intestinal y digestiva. Descubra cómo el estrés puede afectar significativamente la salud gastrointestinal a continuación.

Los efectos debilitantes del estrés

El estrés es una respuesta natural a las amenazas percibidas y está ligado a la respuesta de "lucha o huida" del cuerpo. Si bien un depredador que ataca es diferente de una carga de trabajo masiva, su cuerpo trata a ambos como una amenaza potencial. El hipotálamo inicia el proceso al enviar señales a las glándulas suprarrenales para que liberen varias hormonas del estrés, particularmente adrenalina y cortisol. La adrenalina aumenta la frecuencia cardíaca, la presión arterial y las reservas de energía. El cortisol, que es la principal hormona del estrés en el cuerpo, aumenta los niveles de glucosa en la sangre, acelera el uso de esa glucosa por parte del cerebro y aumenta la disponibilidad de compuestos diseñados para reparar los tejidos.

El cortisol también inhibe temporalmente cualquier función no esencial o potencialmente perjudicial en un escenario de lucha o huida, desviando esa energía a sus necesidades de supervivencia inmediatas. Esto da como resultado cambios en la respuesta inmunitaria, así como la supresión de muchos otros sistemas de órganos. Esta respuesta también resulta en cambios de humor.

Estos procesos biológicos se basan en comportamientos instintivos diseñados para mantenerlo con vida, pero cuando está constantemente bajo estrés, su cuerpo no puede desactivar esa respuesta de lucha o huida. Eso da como resultado una inundación constante y constante de cortisol y otras hormonas del estrés que pueden interrumpir los procesos normales de su cuerpo. Esto puede resultar en:

  • dolores de cabeza ocasionales
  • Aumento de peso
  • Preocupaciones cardiovasculares
  • Problemas para dormir
  • Dificultades ocasionales de memoria y concentración.

Estos efectos negativos se extienden por todo el intestino y el sistema digestivo.

Estrés y tu intestino

El estrés tiene un impacto significativo en el intestino y la digestión, y mucho de eso proviene del vínculo complejo y bidireccional entre el cerebro y el sistema gastrointestinal. Esta conexión, denominada eje intestino-cerebro, a menudo significa que el estrés puede desencadenar problemas gastrointestinales o empeorar los existentes.

El intestino alberga millones de neuronas que están en constante comunicación con el cerebro pero que son independientes en sus propias funciones. Junto con estas neuronas, el intestino alberga una población diversa y compleja de bacterias que contribuyen a una amplia gama de funciones, como descomponer los alimentos, absorber nutrientes y producir ciertas vitaminas. La vasta red de neuronas y la importancia del microbioma intestinal pueden verse afectados por el estrés y las hormonas del estrés.

Todo esto se traduce en problemas gastrointestinales ocasionales. PRUEBAS han descubierto que el estrés constante, junto con el estado de ánimo y los eventos adversos de la vida, pueden empeorar las preocupaciones. 

Se cree que el estrés altera la motilidad intestinal, lo que provoca diarrea o estreñimiento ocasional. El estrés también puede debilitar las barreras intestinales, lo que puede provocar que las partículas de alimentos y las bacterias ingresen libremente al torrente sanguíneo y desencadenen una respuesta inmunitaria, lo que genera problemas gastrointestinales. También puede ser más susceptible a gases ocasionales, hinchazón y molestias intestinales generales.

Sobrellevar el estrés

Aprender a evitar o lidiar con el estrés de manera constructiva y saludable puede ayudar a fortalecer su intestino y apoyar su salud en general. Aquí hay algunos consejos que pueden ayudarlo a manejar su estrés:

Haz ejercicio

La actividad física le da una salida para liberar el estrés físico y la tensión en su cuerpo. El ejercicio también le da a tu mente algo en lo que concentrarse además de tus factores estresantes mentales; resulta en la liberación de dopamina y otras sustancias químicas para sentirse bien para aliviar su cuerpo y mente.

Dieta

Para la mayoría de las personas, el estrés aumenta el apetito, en particular los antojos de dulces y otras comidas chatarra. En lugar de alimentos procesados ​​con alto contenido de carbohidratos, intente buscar alimentos que sean buenos para el intestino. Esto incluye probióticos, frutas y verduras ricas en fibra y alimentos integrales. El calostro bovino y otros suplementos también pueden ayudar a fortalecer la salud intestinal.

Meditación

Se sabe que la meditación y los ejercicios de respiración reducen el estrés, regulan la presión arterial y favorecen un pensamiento más consciente. Considere tomar yoga, que combina la meditación con ejercicio moderado.

El estrés se ha convertido en un problema moderno para todos, por lo que es importante encontrar formas saludables de manejar el estrés por su cuenta, ya sea construyendo un sistema de apoyo, haciendo cambios en el estilo de vida o buscando ayuda profesional.

Fuentes: